Todos somos piezas importantes de un grupo dispuesto, cada día, a intentar hacer felices a quienes lleguen a visitarnos. Que cada persona que venga a “La Mar” sienta la autenticidad, el calor y la alegría del Perú, el país del Cebiche y las cebicherías.
Con esa definición nació La Mar, esta cebichería peruana que hace honor a las mejores tradiciones de la cocina inca moderna. Tiene varias sucursales alrededor del mundo: Lima, San Francisco, Santiago de Chile, Bogotá, Miami, Sao Paulo y, por supuesto, Buenos Aires, que no podía quedar al margen.
Gracias a una invitación que recibí con mucho gusto, tuve la oportunidad de conocer La Mar Cebichería Buenos Aires, un restaurante de comida peruana nikkei, ubicado en un hermoso edificio histórico entre las calles Arévalo y Nicaragua, en el barrio de Palermo.

Les cuento que la recepción no pudo ser mejor ya que nos ubicaron debajo del árbol que domina el centro de la terraza, que da a la calle y, como la noche estaba más que agradable (esos días de primavera a mitad de camino con el verano), iniciamos la velada con un pisco sour. Toda esa atmósfera predispone a pasarla bien.

El turno de la entrada se lo otorgamos a un “tiradito” nikkei. Se trata de trocitos de salmón grillado, bañado en salsa de miel y maracuyá. Una combinación muy interesante.

Como principal nos decidimos por dos degustaciones. Quisiera tomarme el atrevimiento de recomendarles este tipo de opciones cuando vayan por primera vez a un lugar y claro está, si la carta lo permite. De esta manera, pueden probar un par de platos característicos de la cocina del lugar y retornar, en alguna otra oportunidad, por alguno de ellos en exclusiva.
En este caso, atacamos una degustación de cebiches que contenía un clásico con leche de tigre, un mixto con pescado y mariscos, y un nikkei. La otra degustación que dejamos para el final fue la de “causas”, servidas en un simpático barquito.
Las causas fueron a base de atún, pollo y pescado, y se trata de una mezcla que contiene, además, papa y mayonesa. Muy bien especiadas son un plato fresco y realmente tradicional de la cocina peruana.
Finalizamos el convite con un “Beso de Moza”, que es ni más ni menos que una porción de torta de chocolate y dulce de leche con una bocha de helado de crema. Fantástica.

Les recomiendo ampliamente La Mar por el lugar en sí, por la comida, el servicio y, por supuesto, por ¡la alegría del Perú!