Suban el volumen, suena Leonard Cohen
Corría la segunda mitad de los ochenta, yo tenía 15 años y estaba viendo que iba a hacer conmigo. Tenía una pasión desde hacía…
Corría la segunda mitad de los ochenta, yo tenía 15 años y estaba viendo que iba a hacer conmigo. Tenía una pasión desde hacía…
“Un estallido de luz que se forma entre mis cejas. <<Yo me voy con mi recuerdo>>, repito en voz alta, pero ya no tengo…
Este 9 de julio, Día de la Independencia, lo celebré de una manera distinta. No hubo banderas flameando ni discursos patrióticos; hubo algo más…
La película Un dolor real, dirigida y protagonizada por Jesse Eisenberg, parte de una premisa íntima: la muerte de una abuela que abre una…
No sé cómo llegué ahí. O tal vez sí, pero no lo recuerdo con claridad. Lo cierto es que estaba en una oficina antigua,…
En la esquina de Tapalqué y Bragado, a metros del viejo Mercado de Hacienda, se alzaba el supermercado “Sol Naciente”. Su dueño, Li Chuan,…
Hay una guerra en esta casa. No se libra con cañones ni estruendo: su pólvora es el silencio, sus proyectiles pequeñas alteraciones del espacio.…
Días pasados, sin saber muy bien qué ver en las plataformas, me topé en max.com con “Todo en todas partes al mismo tiempo” (Everything…
Redescubrir *Desde el jardín* (*Being There*, 1979), dirigida por Hal Ashby, es como mirar un espejo del presente a través de una lente de…
Despierto. O mejor dicho, abro los ojos, porque despierto ya estaba hacía rato. No hay un corte abrupto entre el sueño y la vigilia, solo un deslizamiento lento, imperceptible, como cuando el agua sube de nivel en un río y nadie lo nota hasta que ya es otra corriente.
Desde que otras ciencias, además de la medicina y la genética, habían tomado el control de la maternidad planificada, los padres podían solicitar, además del color de ojos, cabello y estructura ósea básica, características como personalidad, tipo de inteligencia, control emocional y hasta inclinaciones artísticas. Las listas de requisitos para futuros hijos crecían cada vez más, reflejando no solo los deseos de los padres, sino también las expectativas sociales de lo que significa un ser “ideal”.