No es fácil para alguien que no se dedica a la literatura, encontrar un material como este que voy a reseñar.

Por lo general, terminás leyendo alguna reseña y -sobre la base de eso- te animás, o bien vas a buscar algún autor o género que hayas leído. Para mí, como ya te lo dije más de una vez, es una experiencia azarosa, pero en el caso de “En el café de la juventud perdida”, de Patrick Modiano, llegué al libro por una recomendación.

Estuve buscando antes “Un Pedigrí”, que Anagrama editó en 2006 y venía precedido de críticas que lo señalaban como una magnífica novela en la que el autor narraba su propia vida a los lectores, desde su niñez, pasando por su primera juventud y llegando hasta la publicación de su primer material (El lugar de la estrella de 1968).

En ese momento, este libro estaba agotado por lo que terminé eligiendo “En el café…”, y di con una obra realmente especial.

El relato está desarrollado fundamentalmente por un personaje que bien podría ser el propio Modiano y que comparte todas las tardes junto a un grupo de personas, algunos escritores y pensadores, el gusto por la palabra. Transitan la tarde bebiendo y charlando como si no tuvieran más que hacer o como si nada los esperase fuera de esas cuatro paredes.

Aunque -en primer plano- son cuatro los hombres que más se destacan, la protagonista del libro es Louki, una chica hija de una trabajadora del Moulin Rouge,  asidua del café donde estos describen sus encuentros y desencuentros con ella; algunos, desde un amor secreto e inconfesable; otros, porque la buscan para acompañarla, pero todos se sienten -en mayor o menor medida- atraídos por un profundo deseo. 

Otro punto que define a esta obra es la tremenda soledad que experimentan los personajes y la necesidad de afecto.

Lo que me transmitió el libro y por lo que te lo recomiendo, es esa atmósfera tan especial que guarda el París de los sesenta, la idea de sentarse en un café a pensar, debatir y dejar pasar el tiempo. Me recordó también al cine, a las películas de los cineastas de nouvelle vague como François Truffaut, Jean-Luc Godard, a esas imágenes en blanco y negro que tanto inspiran.

Una hermosísima novela sobre el poder de la memoria y la búsqueda de la identidad, que también transita por el lado del misterio y, como todos los personajes, todas las historias confluyen en la enigmática Louki. 

Modiano, premio Nobel de literatura 2014 por cierto, ha sido un satisfactorio descubrimiento para mí ya que es un verdadero placer su manera de describir en pocas palabras ese ambiente tan enigmático de la bohemia parisina.

FICHA TÉCNICA
TÍTULO: En el café de la juventud perdida
AUTOR: Patrick Modiano
GÉNERO: Literatura y ficción
TIPO: Novela
AÑO: 2007 
EDICIÓN ESPAÑOLA
2008 (Barcelona)
TRADUCCIÓN: María Teresa Gallego Urrutia 
EDITORIAL: Anagrama
PÁGINAS: 131

Artículo anteriorLa chancha y los veinte: ¿Qué más?
Artículo siguienteCata de vino: 40/40 Cabernet Franc
Me llamo Walter Petina, soy argentino, porteño y tengo 48 años. Tengo una hija de 12 años que sin dudas es el máximo logro de mi vida. Se llama Miranda (como el personaje de la “Tempestad”, de William Shakespeare) y, más allá de que sea mi hija, es un ser humano increíble. De chico y gracias a mi viejo, conocí el valor del trabajo y cómo llevar adelante un negocio. Desde hace casi veinte años, soy empresario en el sector del software y el hardware, y dediqué prácticamente toda mi vida laboral a la comercialización de productos. Trato, todo el tiempo, de mantenerme incentivado con nuevos proyectos, porque pensar y hacer nuevas cosas me trae la energía que necesito para levantarme todos los días muy temprano y con muchas pilas. Este blog es un nuevo desafío que encaro con la misma voluntad y dedicación que todo los otros. ¡Gracias!

Contestar

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.